Rede d'Entrecuevas

(RS-08-09-18-19-20-23-24-25-26-27-31)
Porrúa, Llanes, Asturias.

Sociedad Espeleológica y Barranquista Escar.
L'Esperteyu Cavernícola Espeleo-Club.
2008-2011

Desarrollo: 635 m.
Desnivel: 30 m. (-29/+1)
Topo parcial (a 15 de octubre de 2009). Exploración en curso.
Estimación del desarrollo explorado: 720 m.

Coordenadas para la boca superior del sistema (RS-8): 30 T X: 353263 Y: 4806202 Z: 220 m. (Datum WGS84)
   
Localización: Las entradas del sistema se abren en la zona conocida como Entrecuevas, en la cabecera del ríu la Bola, aguas abajo de la antigua cantera de arena de sílice y a distintas alturas sobre el cauce. Toda esta zona de Entrecuevas abunda en cavidades y abrigos, por lo que la localización puede complicarse, aunque bien es cierto que casi todas las cavidades penetrables conectan con el interior de la red; diremos que la boca superior —y cota 0 del sistema— (RS-08) es la más claramente visible desde la carretera que sube al Altu la Tornería, y que el abrigo más meridional de la zona y el de mayores dimensiones se corresponde con la boca signada RS-26. Todas las bocas tienen marcadas sobre el terreno su signatura con esmalte rojo (a excepción de la RS-19 y la RS-20, impenetrables).

Geología: Calizas oscuras laminadas (Formación Barcaliente) del Carbonífero Superior (Namuriense).

Descripción: El sistema está formado por tres cavidades que comenzaron a explorarse de forma independiente y que finalmente han sido unidas mediante dos desobstrucciones. Venían siendo denominadas Entrecuevas I la situada más al norte, Entrecuevas II la más meridional, y Entrecuevas III la situada en posición intermedia, nombres que conservaremos para facilitar la descripción de la red.
Entrecuevas I cuenta con varias bocas, la más amplia de las cuales es la superior (RS-08). Esta boca da acceso, tras superar un resalte ascendente, a una pequeña sala que en el extremo contrario se desfonda en un amplio pozo de 20 m. de profundidad. Antes del pozo tenemos a la derecha un pequeño divertículo sin continuidad, y a la izquierda un pequeño enrejado de gateras. Si descendemos el p-20 damos acceso a una amplia sala que se prolonga en sus extremos en rampas ascendentes. Del extremo noroeste de esta sala arranca una galería meandriforme que constituye la continuidad más evidente de la cueva. A los pocos metros de esta galería una rampa ascendente por la derecha nos conduce a una amplia ventana a mitad del p-20. Si continuamos por la galería, poco más allá ésta es seccionada por un p-3, que da paso a un nivel inferior de pocos metros de desarrollo. Si superamos el p-3 por encima, la galería continúa hasta un claro ensanchamiento en el que confluye una rampa que asciende por la derecha y que conduce a otras bocas del sistema, una de ellas penetrable (RS-09) y otras dos de mínimo acceso entre bloques y maleza (RS-19 y RS-20). Frente a esta rampa tenemos una ventana que espera una escalada y que aún no ha sido explorada. Continuando por la galería principal nos iremos encontrando con varios cortos resaltes descendentes, ganando en altura la galería y con una mayor presencia de concrecciones. Después la galería da un par de leves quiebros (nueva ventana arriba a la izquierda, sin continuidad) y nos deja ante un paso estrecho; por encima de este paso estrecho tenemos un divertículo a la derecha entre concrecciones, que comunica de nuevo con el conduzco inferior a través de un laminador. Superamos la estrechez inferior y damos paso a una mínima salita meandriforme que en su extremo desciende hasta una balsa de agua que inunda el meandro formando una especie de pequeño sifón sin continuidad. Volviendo a la base del p-20 veremos que al sur de esta sala arranca un pequeño meandro que se prolonga unas decenas de metros; nos conduce a una sala superior sin continuidad por un lado, y por el otro a una gatera ventilada que tras la oportuna desobstrucción ha comunicado con el abrigo RS-18 de Entrecuevas III.
Entrecuevas III: este abrigo RS-18 comparte porche de entrada con la pequeña boca RS-23, pequeña gatera colgada a modo de ventana, por la que penetramos propiamente en Entrecuevas III. Superada la cómoda estrechez accedemos a un pequeño meandro, a cuyo fondo descendemos destrepando un resalte. A los pocos metros el meandro prácticamente se ciega debido a una colada; sin embargo encontramos paso trepando por encima de ésta. Llegaremos así a la parte superior de un nuevo meandro, que se encuentra desfondado a tramos (p-5) y que superaremos en oposición hasta ganar una pequeña salita en que el meandro se bifurca, y que además presenta una gatera ascendente que colmata a los pocos metros por un derrumbe (con presencia de raíces y arañas). Desde esta salita mencionada el ramal de la izquierda conduce de inmediato a un p-5, que una vez descendido nos da por un lado a un sumidero impenetrable descendente (por la derecha) y a un corto tramo de meandro sinuoso ascendente (por la izquierda). Por el lado contrario, si desde la salita anterior al pozo tomamos el ramal de la derecha, éste prosigue con parecida configuración de meandro desfondado en un p-4, el cual superamos en oposición por la zona superior. A los pocos metros la parte inferior del meandro está colmatada por una colada, superada la cual nos veremos obligados a descender al fondo del meandro (p-4, destrepable). A los pocos metros una nueva colada casi colapsa el meandro, obligándonos a arrastrarnos un poco (o bien a trepar 4 m. en oposición para ganar un ventana). A partir de aquí, y por unas decenas de metros, el meandro progresa en dos niveles, unidos por varios pozos-chimeneas de 4 m. El meandro finaliza por la parte inferior en una zona de pequeñas salas y gateras ventiladas, donde también hay un madriguera que comunica con el exterior por un paso impenetrable. Una de estas gateras, la que presentaba una más intensa corriente de aire, ha sido desobstruída, comunicando con otro tramo gateroso que nos deja en la boca RS-27, ya en Entrecuevas II.
Entrecuevas II: desde la boca RS-27 nos encontramos de inmediato con un pequeño enrejado de gateras y galerías de escasa sección que comunican esta boca con otras dos cercanas (RS-25 y RS-31). En la RS-25 nos encontramos con una galería de dimensiones cómodas que cierra al poco; la continuidad la tenemos unos metros antes por la izquierda, superando un pequeño resalte ascendente. Unos pocos metros por un laminador ventilado nos dejan en un tramo meandriforme con varias posibilidades de continuación: a la izquierda una gatera descendente que comunica con la galería principal cerca de su sumidero; trepando a una ventana que hay sobre nosotros, y con dirección contraria a la que veníamos siguiendo, encontramos una pequeña galería que progresa unas decenas de metros antes de colmatar en una  gatera colmatada por un derrumbe; si seguimos de frente por el meandro en ascenso se nos presenta un nuevo cruce. A la izquierda y en descenso comunicamos con la galería principal en una especie de sala caótica; de frente y trepando un resaltillo accedemos a una gatera que nuevamente se bifurca, comunicando ambas continuaciones con la galería principal por medio de pequeños pozos, una de ellas en sala caótica citada y la otra unas decenas de metros aguas arriba. Situados pues en la mencionada sala caótica que marca el final de la galería principal tenemos aún dos continuaciones posibles. Si tomamos una rampa ascendente (sur) conectaremos con la última boca del sistema (RS-26) que se constituye en un amplio abrigo con más de 40 m. de anchura de boca, y que aparentemente fue antaño una galería hoy descubierta por la erosión superficial del ríu la Bola. Si por el contrario proseguimos con dirección oeste, accedemos a la galería principal de la cavidad, constituída a tramos por un meandro estrecho y elevado (> 8 m. de altura) por el que se puede progresar a distintas alturas, y a tramos por secciones bajas que nos obligarán a arrastrarnos. En distintos puntos a lo largo de esta galería se escucha un curso de agua, que sin embargo no es visible excepto en condiciones de crecida.
Tras unas decenas de metros por esta galería alcanzamos una nueva bifurcación. Por la izquierda la galería continua con características parecidas hasta alcanzar una estrechez por concrecciones, superada la cual aún avanzaremos un poco más por un tramo muy concreccionado y de poca altura hasta que colmata finalmente. Por la derecha un paso estrecho descendente (con huellas de sifón temporal) nos permite conectar con una diaclasa vertical estrecha y en leve descenso, la cual conduce tras una veintena de metros a un pequeño y estrechísimo sifón.

Historia: Al parecer Entrecuevas I había sido explorada previamente por espeleólogos suizos a mediados de los años setenta (Gérald Favre: “Recherches speleologiques en Asturies (Espagne). Picos de Europa 1976-77-78”) que la citan como la Grotte des Grêlons (Grandiella), pero que no ofrecen topografía.También existe una breve descripción de Entrecuevas III (sin topo) en una memoria del Oxford University Cave Club de primeros de los 70. Por otra parte en un mapa de una memoria de campaña del G.E. Polifemo aparece situada aquí la llamada Cueva de la Arena. La S.E.B. Escar tomó contacto con la cavidad a finales de 2008, efectuando desde entonces labores de exploración y topografía, con la colaboración ocasional de L'Esperteyu C.E.C.

Toponimia: El nombre de Entrecuevas es genérico para las distintas cavidades y abrigos de la zona.

Biología: Hemos realizado en la cavidad diversas capturas de invertebrados cavernícolas (coleópteros, opiliones, arañas, pseudoescorpiones, caracoles, dípteros, etc.), aún en fase de estudio. Además hemos podido observar una pequeña colonia de quirópteros (12-15 ejemplares) en Entrecuevas II, aunque bien es cierto que no estaban presentes en todas las salidas realizadas al sistema.

Han participado en los trabajos: Por parte de la S.E.B. Escar, Juan Carlos Riobello, Lolo Gegunde, Avelino Alonso-Tejón, María Herrera, Nacho Montero, Gonzalo Sánchez, Ernesto Carrera, y Pablo Solares; por parte de L'Esperteyu C.E.C., David Rueda. El dibujo de la topo y el texto y las fotos de la presenta reseña son de Pablo Solares.

- Topografía, planta -

- Topografía, alzado -


Poligonal de la Rede d'Entrecuevas proyectada sobre la ortofoto de la zona. En la imagen se refleja también la poligonal de la Cueva d'Entrecuevas IV, así como las surgencias temporales RS-17 y RS-34 (señaladas con círculos verdes), todas ellas íntimamente ligadas entre sí.

Elona quimperiana, especie de caracol presente en la Rede d'Entrecuevas



- Exploración en curso -